Para propiciar un espacio terapéutico se requiere de respeto por las figuras de autoridad y los superiores, el respeto y la tolerancia hacia  las diferencias de toda índole entre los miembros, el respeto por la integridad física y psicológica de todos los miembros y el profundo respeto a Dios como salvador y sanador.

Con el fin de optimizar el proceso terapéutico es indispensable inculcar este valor en los usuarios con el fin de generar un ambiente de compromiso por el cumplimento de las normas, las rutinas, las tareas y trabajos. en general promover el desempeño de alto nivel y de exigencia en cada una de las actividades propuestas con alto sentido de la responsabilidad.

Es de gran importancia entender que se requiere de una buena voluntad caracterizada por la aceptación del problema y de la ayuda, el reconocimiento de los errores, de los defectos y las limitaciones, así mismo de las cualidades y potencialidades enfocadas con un propósito constructivo sanador y tener una actitud abierta y de escucha reflexiva.